IA: ¿Deberíamos hablar de Inteligencia Informática?

¿Puede describirse la IA como inteligencia sin conciencia, y cómo afecta esto a nuestra percepción de sus capacidades? ¿Aprende realmente algo la IA o se limita a ajustar modelos estadísticos basados en datos? ¿Cómo puede la creciente integración de la IA en nuestra vida cotidiana reconfigurar nuestra comprensión de la inteligencia y la conciencia? Ante la constante evolución de la IA, ¿cómo prevemos su impacto en nuestra forma de pensar en los próximos 10 años?

Pierre Aumont

1/1/20242 min leer

EMOCIÓN, CURIOSIDAD Y MIEDO

Hasta noviembre de 2022, la IA se veía a menudo en términos de ciencia ficción, con máquinas autoconscientes compitiendo con la inteligencia humana.

¿Tiene sentido esta pregunta: "podemos hablar de inteligencia informática"?

Replanteémosla como: ¿podemos hablar de conciencia informática?

Y no respondamos. Porque si ya estamos allí, en algún lugar del mundo, esta información no es pública.

Lo único que nos queda entonces son especulaciones apasionantes y fantasías sobre las teorías de la emergencia (a grandes rasgos, el hecho de que algo muy organizado y estructurado pueda surgir de sistemas muy complejos, que en este caso sería la conciencia...).

Volvamos a la cuestión de la inteligencia informática en lugar de la conciencia. No vamos a escapar a la necesidad de definir términos... al menos el de inteligencia. Ante todas las definiciones posibles, propongo empezar por la etimología: inteligencia deriva de las palabras latinas "inter" y "legere", que significan "unir".

Si nos atenemos a esta definición, entonces sí, la IA es una forma de inteligencia artificial, pero sin conciencia. Analiza, selecciona y ejecuta acciones entre una serie de alternativas, de acuerdo con un conjunto de reglas y modelos preprogramados. Sin embargo, es crucial señalar que la IA, en su forma actual, no posee conciencia. No tiene capacidad para comprender o sentir subjetivamente sus acciones.

¿Puede describirse la IA como inteligencia estadística?

¿Por qué? Porque se basa en gran medida en modelos estadísticos para hacer predicciones, tomar decisiones y aprender de los datos. Esto es especialmente evidente en los campos del aprendizaje automático y el aprendizaje profundo. Los algoritmos de IA analizan enormes cantidades de datos, identifican patrones y tendencias, y utilizan esta información para tomar lo que nosotros consideramos decisiones. Sin embargo, la IA no es consciente de las respuestas que da. Simplemente realiza las tareas para las que ha sido programada, sin comprender el contexto o el significado de esas tareas.

Pero entonces, ¿aprende algo una IA?

Si consideramos que enriquecer su base de datos interna equivale a aprender, la respuesta sería afirmativa. Con cada interacción, la IA recibe información del usuario y ajusta sus modelos en consecuencia. Aprende" de estas interacciones y mejora su precisión y eficacia con el tiempo. Sin embargo, es crucial señalar que este proceso de aprendizaje es diferente del aprendizaje humano. La IA no aprende de la experiencia o la comprensión, sino ajustando sus modelos estadísticos.

En conclusión, desde mi punto de vista, la inteligencia artificial es una forma compleja de inteligencia informática que analiza, aprende y toma decisiones basándose en modelos estadísticos. Sin embargo, no es consciente y no comprende las implicaciones o el significado de sus acciones.

¿Seguirá siendo así dentro de 10 años?